-Es cierto que
desde hacía algún tiempo no estaba bien – contaba Marta a la
policía- Desde que se había comprado esa nueva televisión de
plasma y había comenzado a darle a la botella. Desvariaba y no
quería ir al médico y como finalmente decidimos no hacerle caso a
sus delirios comenzó a beber. Pero jamás pensé que llegaría a
suicidarse. Lino siempre fue una persona singular, con sus rarezas.
Su abuelo tenía esquizofrenia y su padre también, así que en
cuanto comenzó a decir aquellas bobadas supuse que él había
heredado la enfermedad, pero como no quería ir al médico...
-¿Qué bobadas
decía? - le preguntó el policía.
-Que los personajes
de la tele lo amenazaban, que le iban a matar, sobre todos los indios
de la serie esa del oeste que tanto le gustaba. Y mis intentos por
hacerle ver la realidad cayeron en saco roto. Así que un día, harta
de tanta sinrazón, le dije que si tanto le amenazaban lo mejor que
podía hacer era apagar la televisión y me dijo que ni hablar, que
esos personajillos del tres al cuarto no le iban a impedir ver sus
series favoritas. Se compró una pistola, según él para defenderse,
pero jamás pensé que la usaría para acabar con su propia vida.
Marta se echó a
llorar y el policía dio por terminado el interrogatorio.
En el salón, el
cuerpo sin vida de Lino yacía sobre la alfombra teñida de rojo. En
su caída había arrastrado la nueva televisión de plasma que
reposaba sobre el suelo. Todavía nadie había reparado en la flecha
que después de rebotar en la ventana se había caído detrás del
sofá. El indio había fallado el tiro. A Lino lo había matado el
vaquero.
Me ha encantaedo, Gloria. ¡Es buenísimo!
ResponderEliminarGracias Susana. Oye que este verano voy a estar una semana por ahí,a lo mejor podemos vernos.
ResponderEliminarPero qué genialidad, Gloria! Me ha encantado, has retratado a la perfección le sufrimiento de una persona con esquizofrenia. Y el final, sin palabras. Poder darle esa vuelta ha sido genial. Enhorabuena...un saludo.
ResponderEliminarGloria, estoy en Zaragoza. No vuelvo hasta septiembre.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarGloria, estoy en Zaragoza. No vuelvo hasta septiembre.
ResponderEliminarVaya no coincidimos ni queriendo
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